Es uno de los medios de transporte más utilizados y puedes usarlo para ir a la tienda, a la escuela o al trabajo. Son muy prácticas para algunas ciudades…y también son amigables con el planeta. ¡Sí, estamos hablando de la bicicleta!
Hay muchísimos tipos de bicis, pero no siempre se contó con modelos tan sofisticados como para andar en la montaña o correr en las pistas. La primera se inventó el 14 de junio de 1817, pero no era nada parecida a las de la actualidad. Primero fue llamada “máquina para correr” y después “velocípedo”, nombres bastante peculiares. ¿No crees? Imagínate decirles a tus papás: me voy a ir a la escuela en mi velocípedo.
Haciendo uso de los conocimientos de ciencia e ingeniería, se fabricaron las primeras bicicletas, que sentaron las bases de lo que hoy es uno de los medios de transporte más utilizados. Sin embargo, usar estas bicicletas era algo extremadamente difícil e incluso chistoso, pues los primeros modelos iban desde caballos con ruedas hasta diseños con pesadas cadenas que debían ser maniobradas por varias personas. Pero, como la mayoría de las cosas que actualmente nos facilitan mucho la vida, la bicicleta también se fue haciendo cada vez más fácil de manejar.
Con esta explicación, ¿te has imaginado cómo se verán las bicis en 200 años? Si logras imaginarlo, puede que seas tú quien proponga alguna mejora para este amigable transporte e incluso aportes nuevas ideas para hacerlo más accesible para todas las personas.
Optar por estudiar una carrera STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) puede hacerte la o el siguiente inventor que pase a la historia.
Detrás de la gran diversión hay física
Viajar en bicicleta no solo te ahorra tiempo en tus traslados, también te ayuda a tener una buena salud física y mental. En las ciudades, contribuye a tener una mejor calidad del aire y a disminuir el tráfico vehicular. Pero este medio de transporte está también ligado con la generación de energía. Así como lo lees, en diversas comunidades se llevan a cabo funciones de cine donde los proyectores funcionan gracias al pedaleo de bicicletas conectadas a un motor. Un proceso en el que la energía mecánica se transforma en energía eléctrica, es decir, el movimiento se transforma en electricidad.
Mientras se pedalea, las personas disfrutan de una película, haciendo de esta actividad un sinónimo de sostenibilidad.
De esta manera, el cinemóvil es hoy posible gracias a la creación -más de 200 años atrás- de un artilugio llamado bicicleta, y a la posterior transformación del pedaleo en energía eléctrica porque, ya sabes: “La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.”
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